Al hablar de la tercera disciplina del líder familiar, se dijo que para empezar a cambiar nuestra manera de pensar y convertirnos en una mejor persona cada día, debíamos reunirnos con los grandes sabios de la historia.
Y reunirse con los sabios no se refería a otra cosa más que leer libros en donde nos hablaran de las vidas de estos hombres, de sus cualidades, sus debilidades, sus formas de pensar y actuar. Ahora bien, esta disciplina la podemos comenzar a cultivar en nuestros hijos desde pequeños, incluso cuando creemos que son muy chicos para entender esas cosas.
El paso número uno, es crear en tu hijo el hábito a la lectura, se habla que leer diariamente 30 minutos algo positivo o enriquecedor, definitivamente te cambia la mente y el alma.
Una de las maneras de lograr esto, es acostumbrando a tu hijo a que todas las noches antes de dormir se les lea un cuento, recuerden que todo parte del ejemplo, si tu hijo se acostumbra a verlos leyendo antes de dormir, lo más seguro es que copiará tus hábitos y los irá repitiendo hasta el momento en que él, por si sólo, pueda comenzar a leer todos los libros que desee y que tú como papá le recomiendes.
Por el contrario, si deseamos incentivar en nuestros hijos el hábito a la lectura obligándolos a leer, mientras que nosotros muy cómodamente estamos viendo televisión, lo más probable es que tu hijo en vez de amor a los libros les agarre aborrecimiento.
Así que esfuerzate un poco, vence la comodidad que a todos nos envuelve, sobre todo en la noche, y regálale a tu hijo y a ti mismo de 15 a 30 minutos diarios de lectura, poco poco irás viendo como este pequeño pero muy significativo hábito les cambiará la vida.
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